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)fuan. Usted gana.
Mar. Vé aquí lo que me consume,
me desespera y me maca:
yo me estoy aquí pudriendo,
Con mucha colera,
y él con gran sorna y cachaza
divirtiéndose.
Juan. Para eso Con sorna.
me pongo á jugar.
Mar. Mas , basta
ya de juego : pero así
no le habrá
Se levanta, ¡lega á la mesa de juego,
rompe las cartas , y las tira.
Juan. Que despedazas
al Rey de copas mi amigo!
Ant. Está usted precipitada.
Mar. Mucho mas lo estaré, coma
me abalance á su garganta,
y me las pague usted, puesto
que á mi marido sonsaca»
Ant. Yo , señora?
Juan. No hagáis císo,
que ella gasta de esas chanzas:
Vamos, á pares, y á nones,
hasta que den las campanas
de las doce.
Mar. Hombre, pretendes
que muera yo sofocada?
Juan. Como mueras, mas que sea
de cólico , ú de tercianas.
Mar. Eso quisieras tú.
Juan. Y muchos
maridos también que aguantan
á otras mugeres que son
tan perversas, y malvadas
como tú.
Mar. Pues no has de verlo,
que yo-haré de modo, para
que antes que tú á mi, marido,
te encage yo una mortaja.
Juan. A bien que pues muero mártir,
eso se Rara mi alma.
Ant. Pero por qué es ese enfado?
Mar. Porque teng^ justa causa:
Pues estas noches de invierno,
tan molestas por lo largas,
se ponen ustedes d<-s
á jugar» y arrinconada
á mi me dexan, í que
contemple en las musarañas,
quando era muy regular
que conmigo se asociaran,
y en buena > conversación
este rato se empleara.
Juan. Propiedad de. las mugeres,
no poder estar calladas:
Acuérdate del refrán
que dice : En boca cerrada
no entra mosca: esto es seguro,
otro : Que el que mucho habla
mucho yerra! calla siempre,
y saldrás mejor librada.
Mar. No quiero callar ni quiero
(pues la paciencia me falta)
aguantarlo, si hasta aquí
lo he aguantado.
Juan. Pero aguarda,
¿por qué mientras que los dos
jugamos, eres tan fátua
que no te diviertes? Mar. Sola,
en qué? quando lo intentara,
pudiera yo divertirme?
Juan. En mil cosas de importancia,
en coser, hacer calceta,
remendar, y en cosas varias,
que según otras nos dicen,
siempre hay que hacer en las casas#
Ant. Dice bien.
Mar. ¿Quién mete á usted
en camisa de once varas?
Juan. Yo te traeré un talego
de piñones, y avellanas,
y en mondarlas y comerlos»
verás que alegre lo pasas.
Mar. Juan, mira que me sofocas.
Juan. Buen remedio, toma orchatas.
Mar. Por vida:::
Sale Don Fermín de Abate con un papel
en la mano, llega í la mesa de
juego , toma una lux., y la pone en la
mesa que está á la derecha, arrima
una silla, se sienta, y se pone á leer
en los papeles que trae»
Ferm. Con una luz,
para la qne sirven , vasta:
Muy buenas noi hes , señores.
Juan. Vale mas la confianza
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