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ut¡ uon sinromo ivmrunsz,
el mayor triunfo. Ric. En un trono, Ric. Gran suerte ! Cari. Feliz aviso 1
del Senado en la gran sala
de Milán los privilegios
has de jurar. Enr. Y el usada
costumbre de aqueste Estado,
que todos los nobles vayan
a dar aüi la obediencia
á su Principe. Gal. Pues valgan,
para reducir a Carlos,
mis rigores, y amenazas,
que á este linage soberbia
aM le coi ta las alas
tt)t poder. Cari Hay mas agravios!
venganza , cíeles, venganza.
Cal Y ya que vencí las dudas,
q te con mi pecho batalla»,
rendirme al descanso quiero.
R-ic. Por aqui á fu .narco pasas.
Quieren acompañarle.
Enr. La difunta es !a criada,
que la servía en la Corre*
Ric. Aqui 3 si no se recata,
aun del viento , esa noticia,
el riesgo nos am naza,
CarL Este quarto en que estoy pres»
es parte mas retirada
para que hablemos : seguidme.
Ric. Su nombre escriba en la fama
el que hallare á la Duquesa.
Cari. Ya la! preven, iones tardan.
Enr. Entrad. A'Je. Para asegurarnos,
quede esta puerta cerrada.
Vayan entrando los tres , y el ult;nj<k
Ricardo , que cerrará la puerta , y volviendo
a salir todos por U oír a parte-,
como que han entrado en ti
otro quarto.
Cal Q e jo-, ; y pues tu, Ricardo, CarL Aqui con menos peligro,
de Capitán de mi guarda _
H1- sirves, ronda el Palacio:
y tu, Lmico 9 no hagas falta,
pu s de Milán el castillo
]e fio á tu vigilancia.
Enr. Ningún cuidada te inquiete.
Cal. Tu alientas mis esperanzas;
y si' mañana obediente
la voz. que Cobarde calla,
confiera con el oído
caso de tanta importancia.
Ric. La suerte ayude propicia
este voto, que á las aras
de su legitimo dueño
nuestras lealtades consagra.
Cari Buscar su persona importa.
Carlos se humilla á mis plantas, Ric. Yo discurriré de Italia
seguro de los E furcias, los mas remotos confines,
yo darc Ityél álralia. Fase Enr. Yo hit provincias extrañas.
&sto ha de ser mirando hacia dentro Ric Los dos la conoceremos,
con mu bo andado.
Enr. Ricardo. Ric. Qué me previenes*
Enr Pues eres leal, que vayas
a hablar a Carlos conmigo.
Xic. Ls diligencia escusada,
pues el nos está escuchando.
Sácale de la puerta donde le dexó.
CarL Para qué intento me llamas
tan mis:erioso , y confuso i
Enr. Sin duda los cielos guardan
a la Duquesa. CarL Qué dices!
^«r. Cíejta sano mi esperanza.
aunque viva disfrazada.
Cari, Pues mostráis que sois leales
con experiencias tan claras,
yo os da;é, porque salgáis
de la sujeción tirana,
el heredero forzoso,
ya que la Duquesa falta.
Enr Quien es el que el cetro hereda?
Ric. Quien la libertad restaura?
CarL El hijo de Otón Esi orcia,
de tal tronco ilustre rama.
Ric, Pues como ¡granado vive ?
Cari.
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