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De Don Juan de
Cap. ¡Ah traydores! Vase.
Mart. Oye , aguarda,
manquillo, sobre hablador;
huyendo va corno un galgo,
•un neblí no es tan veloz;
si á correr te desafia,
te engaña , el mozo lo erró;
parece que te has quedado
suspenso ? Lor. ¿Válgame Dios! ap.
si el ponerme en este puesto
el Marques , fué prevención
del Barón , que á ruego suyo
dispuso esta dilación,
para entre tanto casarse!
muy posible es , pero no:
locas memor ias , dexad
de afligir un corazón.
Mart. ¡Ah Señor ! A esotra puerta.
Lor, ¡Ay Doña Juana! Mart, ¡Ah Señor!
Lor. ¿Qué quieres, Martin? Un triste
se alivia con su pasión.
Disparan, y agachase Martin*
Mart, ¿Sabes , señor , lo que veo?
que este sitio ( sin mí estoy! )
en que el Marques te ha dexado,
nú-es muy sano. Lor. ¿Por qué no?
Mart, Porque siento en los oidos
no sé qué cierto rumor
de unos páxaros de plomo,
que me hacen temblar , por Dios.
Disparan, y hace lo mismo.
Lor. Mira , Martin , los aplausos
del militar esplendor,
no fe adquieren sin peligros;
nadie sin riesgo alcanzó
la posteridad , que dexa
á los siglos el valor.
Ya tengo perdido el miedo
á las balas , y al furor
de Marte , porque á no ser
tan público este blasón,
no supiera el Rey de España
mi nombre , y le sabe hoy.
Vuelven d disparar ,y hace lo misnti.
Mart. No es la guerra para todos:
mal haya quien inventó
tan peligroso exercicio;
ser Cochero no es peor:
¿qué es ver en una batalla
tanto ciarin , y tambor,
Matos Fragoso, 31
tanto mosquete , y balazo,
tanto ruido , y tanto horror,
tanta munición de rayos,
y tanto severo harpon?
Luego decir un Sargento
con mucha resolución:
señor Soldado , acometa,
porque palabra le doy,
si le matan , de ir tras él;
miren qué linda razón
de pie de banco! después
de muerto me hace el honor;
daca el ataque , el abance,
el rebellin , el cordón,
el ornabeque , la escolta,
y luego hacer pretensión
sobre quien ha de ir primera
á que le hagan salpicón.
No es este modo de vida
para mí ; mas quiero yo
ser ganapán en Madrid,
que no aquí Gobernador.
Lor. Como eres vil, no conoces, »
que es el premio de esta acción
la victoria. Mart, Es verdad, pero 1
para mí fuera mejor
irme desde la Victoria
hasta la Puerta del Sol,
y á la una desde allí
zamparme en un bodegón.
Lor. Como quien eres discurres
Mart. Yo me entiendo con mi flor.
Sale D. Juan, De haberos hallado aquí
doy á mi fortuna gracias,
que ha mucho que ando á buscaros.
Lor. Lo mismo habrá que me encarga
aqueste sitio el Marques.
Juan. Ya descansaréis , que trata
Duren de rendirse. Lor. ¿Es cierto?
Juan. A pesar de la Madama
del Monsieur de Balamí,
muger tan desesperada,
que viendo que su marido
se ha rendido al Rey de España,
se ha muerto con ua veneno,
Lor. Loca hazaña, aunque Romana.
Mart. No importa, porque era hereja,
y en qualquier tiempo llevara
de que se rindió Duren
á Monsieur Calvino cartas:
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