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i 4 Zcgries y
es que tú no la penetras?
No sé qué me dice el alma...
no puedo tener paciencia
para sufrir los temores
que me afligen. Hasan. Resistencia
y constancia ten , señora.
Cviima. Pero cuál puede ser esta
resolución misteriosa
que van á tomar , qué niegan
el saberla todos? Ah!
qué pavorosas ideas
en mi corazón se graban!
Yo no puedo sin saberla
existir: este tormento
es superior á mis fuerzas.
Yo quiero desengañarme...
corro á saber que... Hasa. Princesa,
permitíame que lo impida:
vuestro esposo de esta puerta
me encardó el cuidado, y manda
que ninguno, ni aun vos mesma
entréis en el salón. Celima. Cómo!
ni aun yo misma! tú acrecientas
y avivas mas el deseo
de mi pecho: aunque asi sea,
be de entrar. Has. No me expongáis,
señora, á que mi obediencia
culpe Abucar. Celima. Calla : oigo
shi voz... habla de inocencia...
He candor... un sacrificio {oyendo)
penoso... no-visto sea {resuelta)
lo qre quiera de mi vida
y de la tuya: por fuerza
he de saber lo que tratan.
ti tima aparta á Hasan para entrar\
"este lo impide un respeto, y ¡os dos
11: iiuelas cruzan sus lanzas para,
impedirlo.
ILiSiin. En el nombre del profeta,
conteneos: vuestra entrada
en el consejo no hiciera
ir.as que excitar el enejo
de Abucar: en cuánto os vieran,
cesaran de hablar, y vos
liada sabriais: quimera
suplicaros que escuchaseis
mis ruegos, y que partierais
á !a plaza que domina
fa gran mezquita, y en ella
me esperaseis, que al instante
bcnccrragcs.
que vuestro esposo saliera,
y e! resultado dijese
de la s- bion , yo partiera
á encontraros y á enteraros
de cuál ha sido. Lelima. Me empeñas
tu palabra? Hasan. Si señora.
Celima. Pues voy á la plaza: en tila
te esperaré; mas no tarden,
pues cada instante que pierdas
«n verme, será un martirio
insufrible. Hasan. Mi promesa
sabré cumplir. Vos , Inés,
acompañad la princesa.
Ceiim Sí, ven, querida. Inés. Señora...
Celim. Hasan... Hasan. Idos satisfecha
de que para mi es sagrada
mi palabra , y cuanto sea
en vuestro servicio.
Celima. Vamos, (vase por el medio.)
Hasan. Infelice! mas qué tiemblas
tú misma , Celima , temo
yo la fatal consecuencia
del partido que haber pueden
adoptado: las diversas
voces que se oyeron son
presagios de un mal... mas sea
lo que fuere , si á Cártama
de tanto estrago liberta,
y á sus habitantes, debe {ruido
adoptarse... pero suena {derecha.
ruido: va han terminado
el consejo , si, y se acercan
á este sirio. {Sale Abucar y seis
Abuncerrages de los principales.')
Abucar. Abencerrages,
cada cual al punto vuelva
al seno de su familia;
y con secreto prevenga
cuanto juzgue necesario
para que efectuada sea
nuestra re'olucion. Id,
y solicitad á fuerza
de inorancia* y ruegos, que
vuestras esposas consientan
en tan cruel sacrificio.
Haced las ver que no queda
otro recurso , y que de él
esperamos la allíagüefta
satisfacción de ver libre
nuestra t;ibu : los trompetas
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