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Por Don Gaspar.
Pero , qué debilidad
es esta ! Como se olvida
Roxana que dio su fe
á Tribalcc en este dia ,
y que Alejandro es un fiero
Usurpado! de su dieha
y estados, y un enemigo
mortal de su padre? Mi ira
despierte pues : pospongamos
las finezas recibidas
á tan sagrados deberes,
y seamos enemiga
de A lexandro::: de Alexandro?
Sabes á lo que te obligas ?
Lo has pensado bien? Te encuentras
hoy con las fuerzas precisas
para ello? Has cansultado
tu corazón ? Sí. Mentira ,
que él está por Alexandro,
}j su elección apadrinan
a voluntad y el deseo,
por mas que el honor lo riña.
Sale Efest. Señora, estas joyas que
por su riqueza excesiva ,
no menos que por su gusto,
*quc son vuestras, acreditan,
á su soberano dueño,
con mil respetos envia
el grande Alexandro.
Rox. Toma , ¡fondo ti cofre á una de
Hcsione. En todo acredita (sus dam.
vuestro Principe su mucha
generosidad. Efest. Que os diga,
Rápela también , que desde hoy
contra sus arcas os libra
cien mil escudos mensuales,
para que con la debida
decencia viváis. Rox. Que intenta
vuestro Rey , con tan -continuas n
y extraordinarias finezas?
Efest. Señora, si se examina
su carácter , nada , pues
v con todos , es utu misma • \
su franqueza ; mas si atiendo
á lo que mudos publican i?A . i
sus externos ¿dú ga«a*K thubob
vuestra-corasen aspí/a. r ' > >n
&ox. Poco tiene ya quehacer
|>ara lograrlo. Malicia
davala y Zamora. 23
vuestra será. Efest. No es sino
realidad. Rox. Por mi desdicha. ap.
Efest. Hablemos claros , Roxana;
vuestra veldad peregrina,
logro triunfar de Alexandro,
según previ. Y aunque en vista
de lo que oyó aquel Sogdiano,
su corazón se comprima,
y no se declare , yo
sé, quanto por vos suspira,
y quanto os ama.
Rox. He veras? con cautela.
■ Efest. Mi voz , Roxana , os lo afirma.
Rox. Os habréis equivocado.
Mfest. Quando de su boca misma
no lo escuchara, sus zelos,
su ciega pasión publican.
Rox. Zelos? De quién? Efest. DeTribalce.
Rox. Y qué á tenerlos le obliga
quando me vio desairarle?
Efest. Kl tener largas noticias
de que le amáis, y aun de que hoy
á casaros con él ibais.
Finjamos para apurar ap.
la verdad.Rox.Qué oigo, desdichas! ap.
Y Alexandro lo ha creido?
Efest. Sus sentimientos lo digan.
Rox. Mal hace. Y qué dice? Efest. Nada.
Pero temo , que la vida
de ese Sogdiano , no esté
segura , si se confirma ,
lo que le lian dicho. Rox. Infeliz
Tribalcc. Y qué , asi se domina
Alexandro sus pasiones?
A un hecho tan torpe habían
de conducirle sus zelos?
Efest. Yo, nada lo estrañaria,
que .son los zelos muy viles.
Rox. Las almas gr«uide<¡. y dignas
como la suya , no/admiten
pasiones „ que de ignominia
Jas cubran: fuera de que
si él , su amor no me publica,
ni yo á él el mió, .no debe
tener «elos de qiue admita-
ob sequíos de otro. Efest. Tendrá,
puós* de ese dfchoeo envidia,
ya que no pueden ser zelos;
y aquella Rosana, inspira,
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