http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790a/0021
al instante a presentarlo
á Monseur Reraeu el cambista
donde quedará pagado.
Fui allá, procuré indagar
de qué fondo extraordinario
se pagan nuestras deudas,
pero después de gran rato
de instar que me lo dixesea,
salí sin poder lograrlo.
Cond. Tú me has sorprendido.
Alf. Y bien,
qué? Dios se lo pague: acaso
será el Rey.
Comí. Que confusión
me has traído.
Alf. La ha pesado
la nueva; pues fige V. S.
otro cartel, avisando
que vengan aquí y no allí
sus acreedores. Vamos,
vamos á otra cosa. Yo
he pagado los criados
y los muebles.
Cond. Tú , con qué?
Alf. Con dinero, porque al cabo
con palabras nadie quiere
decir que está bien pagado. {sillo.
En esta bolsa tenia mostrando un bol-
ahorrado todo el salario
de seis años. Hasta ahora
solamente se ha sacado
lo que pagué. Lo restante
puede V. S. reservarlo
para ir comiendo.
Cond. Tú, Alfonso,
quieres hacer mas amargo
mi infortunio. Lo que tú
adquiriste con trabajo
en mi casa, y que debia
servirte de alivio, quando
lo necesitases, quieres
que admita yo? tanto, tanto
crees tú que abusaria
de tu honradez?
Alf. Vamos claros,
Señora: quando era V. S.
rica y yo pobre, me ha dado
este diaero, ademas
del sustento necesario.
Ahora que la tortilla
se ha vuelto de arriba abaxo,
y soy yo rico, y V. S.
pobre , se lo vuelvo intacto.
Cond. Rico tú?
Alf. Qué no soy rico
con treinta luises que guardo
en esta bolsa, adquiridos
con honradez y trabajo,
y eon conciencia, que en un
mayordomo es un milagro!
No soy rico, quando á nadie
debo nada, y ahora me hallo
con deseo y proporción
de redimir los trabajos
de mi ama.? pues soy mas rico
que el mas rico Potentado,
que éste tendrá mas dinero
que yo, y no sabrá emplearla
quizás también.
Cond. Ay Alfonso!
para conocer tu honrado
corazón , y vivir yo
reconocida á tu hidalgo
proceder no he menester
gozar de tu oferta. Aeaso
mañana remediarían
estos luises un trabajo
en que te vieras, y yo
moriría de quebranto
al ver que por mí te hallaba*
tal vez sin poder lograrlo.
No, Alfonso, tú eres ya viejo,
yo joven: mis pocos años
podrán mejor resistir
las desgracias: tú ganarlo
no puedes ya , yo sí: el tiempo
que Dios tarde en enviarnos
consuelo me sostendré
con la labor de mis manos.
Alf. Bueno, y que aquellos que se
que he comido el pan ocho años
en casa de V. S. y que
no remedié sus trabajos
pudiendo deseen verme
lo menos asaeteado.
No es verdad? Este dinero
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790a/0021