http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0015
\
8
Fátimá. ¿ Por fuerza ? Como ::: ¿ vos no
amabais?
Con admiración.
La; asa. No : jamas le pude amar; llegó
ya tarde á mí, para hallar lugar en
mi corazón. Una nave tan fatal co-
Boxando wi poco la voz, mirando recelosa
¡a Scena , acercándose ó
Fátima.
mo la que me conduxo de Ugles, me
hizo conocer aquí á un Europeo gallardo
. La simpatía acaso nos hizo
amar desde que nos vimos. Fué el primer
hombre , Fátima , á quien no pude
mirar con indiferencia : pero ¿ que
esperanza en un país sin sociedad, y
donde es delito aun el inocente comercio
de una Indiana con el extran-
gero ? Sin embargo oí amor que es ingenioso
, inspiro á mi joven guerrero el
medio de introduciise en mi casa , y
en ia confianza de mi creidc padre , con
el pretexto de entablar con él una
negociación interesante. Así le vi mu-
ehas veces á mi salvo : así le hable,
así sape su amor , y le di sinceras
pruebas del mió : tratábame de hacer
su espesa ; pero Lanasa estaba des-
Con abatimiento
tinada desde su primer aurora , á ser
victima inculpable de las leyes. Las
nuestras no consentían este enlacs. Era
necesario abandonar estas arenas, y separarme
de mi padre para siempre , y
esta consideración no me dexó resolver
en muchos dias.
~Fát. ¿ Luego ignorabais entonces el arcano
que acabáis de revelarme?
Lan. Ese es , amiga , el origen de mis
desgracias Va en fin , iba cediendo
Púnetroiío de dolor.
á sus instancias: ya estaba próximo el
amor á triunfar de la sagrada obligación
que me ligaba á mi padre, guando
de repente se hizo á la vela la nave
, q'ue habia conducido á mi amante,
y volvió á robármele para siem-
Penetrada de dolor.
pre: considera qual quedaría la infeli»
Lanasa.
Fát, \ Oh que fatal contratiempo!
L^. Cubierta desde eníóaces , de una
negra desesperación , me era insu-
Con tono de dcsssperócion.
frible hasta la luz del dia , deseando
que llegára el sueño postrero á cerrar
mis llorosos párpados. En esta situación,
Fátima mía::: ; quan digna soy de
Con languidez.
lástima ! En esta situación me obligó la
autoridad paterna á unirme : : : aun
Con horror.
ahora me estremece aquel fatal momento
. ¿ Te parece, amiga , que ea el terrible
estado en que me hallaba, podría
amar al hombre que mz destinaba por
esposo ? No le amaba : pero tuve
Solviendo á su abatimiento.
que sor suya , y ocultarle mis tiernos
sentimientos
Fát. ¡ Qua odiosa tiranía!
Lan. TVlurio poco después e.l bárbaro,
que respeté tan á mi costa, como á padre
, y dexóme por herencia la declaración
de mi nacimiento, y las desgracias
de los míos. Eutónces fué quando líe—
Con desesperación
gué á conocer y sentir toda la extensión
de mi infortunio j pues por una
ciega sumisión á un hombre, que según
supe después, ningún derecho tenia
sobre mi voluntad , no solo perdí lo
que amaba , sino que me llegué para
siempre á quien aborrecía.
Fát. ¿ Y aun tendréis valor para seguirle
en el sepulcro ? ¿ Sacrificareis tor-
Con firmeza.
pemente á sus odiosos manes el resto de
vuestros dias?
Lan. Asi lo manda un uso inviolable:
Con sumisión forzada.
asi 10 axige mi promesa , y lo pide
mi situación. La viudez y el himeneo
habrán sido cheles igualmente pira la
triste Lanasa. ■
Fát. No os ofusquéis , señora : y ya
Con dulzura.
quí la misma naturaleza rompiá un la
zo , que formó la tiranía tan en perjuicio
vuestro, servios de esta libertad para
reparar vuestras desgracias.
Lan. ; Y como?
Fát. Si el Europeo se hace dueño de
esta pinza, ¿ será acaso imposible que
co-
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0015