http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0019
19
i4¿$ , prjnJ-í prteiosas de una unioa
M r^nló 'On dslicij á los dos, y be'fanf*
tVoJ con la mayor cx.p-.-e.ihn su muño,
arrodillados.
desventurada, ¿-es posible que- vuelvo
á veros , después de tantos años cuino
os lloré perdidos ? ¿ O.f-n otó*
reúne en ua funesto cliaa i T.rnad,
tomad á abrazarme, pedazos de na i vida
: estrechaos á mi, juntad vuestras
grimas álas de este infodee pao re. Dio-
Lev.tntái dzU't' , y levantando sus mar.es
al cieío.
ses. sempiternos; ¿ que os !.¡zo esta familia
, para que así descarguéis en ella
vuestra.cólera? Apenas tu fuiste nacido
para cor.suejo de tus padres , una bai-
bara ley te condenó , cor¡:o sabes, á .ser
arrojado al caudaloso G ipge. Paira calmar
, al parecer, m;eitr.o dolor , vienes
til al m. ndo-, y muaré de sobre parto
tu i.'jaJre, guipa ti mas atroz para mi,
q*¡e ¿03 adral'* en sus ojos. Aua no.se
habían enjugado los BÚefr, quaado un riba
! poderoso, de u.i gloria y. mis (litabas
, me p?i sigue bruta ti extremo de
hacerme aban.íonar mi casa, y el solo
bien que me restaba en la cierra , que
eras tú , Lanasn: jo dok^osa memoria!
eras tan tieroa aun para seguir mis derrotas
, qne hube de desarte confiada i
un criado mió, de quien, ni de ti, pu<,e
saber jamas, por.diiigencias que hice:
■ Errante y desconsolado, corrí roda la iridia
, regándola con mis lágrimas , sin
tiallar descanso ea parte alguna h"s:a-
que un extraño accidente me ti'L>xo,aun
no hace- un afro, ce mar.uarin de esta
•vaza, para hallaros , y coronar rvis-que-
brantos c^n el mayor de todos.
Joven Crac. No lo teníaisx padre mic:cansado
el cielo ya de ailigiraos, previene
un día sereno á nuestras ptm 3. Ya 'no
debe ocuparnos otro objeto <jue el do librar
á mi hermana, y alejamos de estas
playas;, teniéndoos tan de mi pan?, ¿que
habrá que me detenga ,| ai hit ¡mide!
Dar. ¡ Ay, hija V que mi poder es mas limitado
que p'ensas-. Usurpada , tiempos
ha.ee, nuestra auto.idad por el Intérprete
de la ley, solo nos queda el nombre
de Gobernadores f las fatigas del
empleo, v una tespoflsabíiidad muy aura
de U cranqoilidad del pueblo. Toda
dependo de la voz del B rae man sapre-
) rao, á >;a¡en. tirHíblaa y cbc\i;ce;-!, co-
á su inmediato Príncipe.
han. Y (ja tan triste constitución ¿ que
h:rn';s de hacer■ p:tdre mió?
Joven £>¿c. No desmayes , que yo- sabré:;;
ESCENA VIII.
Fiítima turbada, y lixs Dichos
FJt. El Gran Bracm.m quiere hablaros,
Dar. Cuenta, hija , con no descubrir esto
secreto , ni darle el menor, recelo, coa
¡{¿servándose de FJiit/i.¡
ru resistencia. Muéstrate pronta á correr
al Templo , mientras nosotros meditamos
el modo tie salvarte.
Joven Brac. Convendría no poco que no
os vieri.
La». Querida,FJiirua, coaduce á los dos
por esa estancia, mientras yo ja go por
esta á recibí de.
Fot-, -v Qual será este nustario .' Venid
presto.
D r. Justos dioses, mostraos satisfechos
demuestro padecer ,y defended nuestra,
inocencia.
ACTO TERCERO;
Acá mp a wnt s Fr< i rices.
ESCENA PRIMERA.
Montalvan por ,'rr derecha, y y¿uof~o pre—
sur OS O ^ y como aterrado por la izquierda*
Mont. Y bien qiialfiió tu suerte ? Des»-
( on i.vpactcnJa y regocijo.
cubriste.?:::
J.wo. JÍO s?áorj que detenido;:;
jl/o». ¿.Por quien? ¿ACASO atropejlirofi
Interrumpiéndole con indi^nucioa.
esos bárbaro-?.';::
Juco. La fanática muchedumbre , que cu.
bre esi llanura , estorva el paso para
la plaza, lo mismo a Malabares ,'que
áFranceses. Pregunté Ta ocasión de aquel
con-
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0019