http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0026
ESCENA VIL
Fátima atuttada, y los dichot.
Fát. { Ay, señora!
Lan. Todo me asusta. ¿ Qué traes?
Con impaciencia.
Fát. ¿ Quien será este Europeo?
Mirando con extrañeza á Montalvon.
que el inhumano Bracman, acaso noticioso
de que el Gobernador:::
Lan, j Que Infelíce!
Fát. Trataba suspender el sacrificio,
alucinando al Pueblo con las voces
de religión , y velo:::
Joven Brac. ¡ Que será , Dieses!
ÉTrff. No solo logro que la muchedumbre
pidiese en alta voz , que se
apresurase , sino que declarando al
Gobernador enemigo de la patria, de
las leyes y JosDios'js, conspiró amotinado
contra su persona.
Lan. i Desventurada ! Penetrada de
dolor.
Alón, Hombre malvado , yo te juro::
jfdven Brac. ¿Y le ofendieron?
Con viveza.
Fát. No s.Tior , que aparentando el
Bracman , que era por librarle de la
cólera del Pueblo , le hizo llevar custodiado
á una estancia del Castillo.
jfóven Brac. i impío!
Mor,. No m.'rece ese- maligno ya consideración
alguna : sigue mis pasos.
En a<to de pan ir arrebatado de cólera
.
Lan. No hagáis mas horroroso mi estado
, aventurando vuestras vidas.
Mon. No temas , vamos.
Lan. Ved qual quedo.
Jtíven. J3*ae. Descansa.
La». Ven amiga , sabrás mis males y
mis venturas todas.
Mon. Experimentará bien presto mi
furor ese bárbaro opresor de mi inocencia
.
m
ACTO QÜARTO,
La estancia destinada á Lanosa.
ESCENA I.
Lanosa vestida de una túnica de ltno%
el cabello esparcido en forma nazarena^
coronada de flores, y Fótica,
Fát. ¿ Veis , Sefiera , si el presentimiento
d mi corazón ta ha veriKca-
cade^? Ya tenéis enteramente cambiada
vuestra suerte.
Lan. | A y , Fátima ! Poseida de un
abatimiento grande.
Fát. ¿ Suspiráis aun? ¿Puede ser acaso
mas completa vuestta ventura ? Hace
pocas horas que os lamtorabais sola
en la tierra, y por una combinación
de accidentes misteriosos acabáis
de hallar al padre, al hermano y al
amante. Abandonada de todos ibais 3
humillar Ja frente á un doloroso decreto
, y ya al abrigo de un exército
Europeo, aguardáis triunfar de vuestro
tftisfltt infortunio , y respirar ets
mas pacifico clima , b;.xo el dulce yugo
de tres personas tan amadas. ¿ Quo
os resta ahora para coronar vuestra
ventura?
Lan. l a incertidumbre del suceso. Tú?
sabes quan impacientes aguardan y*
en el Templo las vírgenes , que deben
acompañarme hasta el ara ; sabes
, que prtparada ¡a pira, solo esperan
mis verdugos oír entonar el
himno fúnebre , para aplicar la llama
: y que cubierta ya de esta fatal
mortaji, quizá mandará el Bracman
á otro Ministro, que me conduzca al
suplicio: ¿ que recurso entonces ? Y
aun ahora , ¿ que esperanza , qiiando
llegase mi hermano? ¿como: :: ? ¿ por
donde huir la fatalidad de mí destino
I Preso mi padre : : : lejos do
Agobiada de su dolor.
aquí mi amante::: Fátima llegará ya
tarde todo el favor de sus armas.
Fát. Callad , que siento pasos.
Lan. ¡ Desdichada J un sudor frío
C a va
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0026