http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0031
5 »4
pira , y aun apaga? la llama , coa:::
Gran Brac, j Que vas á pronanclar,
sacrilega ? Interrumpiéndole con ademan
rubio so.
Dar. ¡ A y , hijo , qual te precipita el
fraternal amor!
Gran Brac. Ya es criminal mi tolerancia.
Joven Brac. Extiende á mí tu impiedad,
no importa. Pero sabe que no te gloriarás
en ese fiero espectáculo. Ea
vano aspiras á ofuscar á esa infeliz
indiana : conoce tu artificio , !e detesta
como yo , y ss opondrá constante
á tan bárbara costumbre. Los
dioses mismos , cansados ya de que
la crueldad tremole si estandarte en
estas costas¡ prepara un brazo vengador
.:
Gran Brac. ¡ Que miserable esperanza!
Joven Brac. No blasones , que quizá
dentro un momento abatirá tu frente::
Con alegría,
Gran Brac. El orgulloso Europio : el
auxiliar de tu horrorosa intriga. Bt¡ -
Con ayre de confianza,
cale , pérfido , búscale en el descanso
de los muertos.
Joven Brac. ¿ Como::: ? Como pasmado.
Gran Brac. Si , ya fué asesinado de mi
orden, y sus naves reducidas á ceniza.
Regocijándose.
Z¡on, ¡ Desvinturada ! Trastornada de
un dolor vehemente.
Jóven Brac. ¡Que rayóse ha disprendido
de la esfera ! ¿ Y re glorias de
Cubierto de moriul Jjsesperticio» , la
qudl expresa, llevando ambas manos con
iñveza al rostro , y permaneciendo en
esta aptitud un instante,
ello , malvado? ¿ Dexarán impune los
dioses tan ri?gro crimen ? ¿ Sufrirá la
tierra á un monstruo , á un asesino,
á un incendiario:::?
Gran Brac. P.asta. Llevadle. Al Oficial,
que se apodera ds su persona.
Dar. ¿ Y por que oprimirle injustamente
? ¿ Rorque hace ■ patentes tus
excesos?
Gran Brac Sacadles de este sitio.
han. Dioses, ¿que debo hacer?
Fát, ¡ Que tiranía!
Jé'ven ¡¿rae. Ni aun «sí cantarás completo
e! triunfo. Lanasa , recuerda tus
deberes , y venga á un tiempo á tu
amante , á tu padre y á tu hermano
Grcn Brac. ¿ Como.: ? Aterrado de kt
misma sorpresa.
Jóven Brac. Conócelo?.
Gran Brac. ¿Será creíble?
Dnr. j Que has hecho , hijo?
Lcn. j Ah, padre!
Joven Brac. í'ueblo indimo , he aquí el
misterio dí mi culpa y ta de vuestro
animoso caudillo. Respetar ¡os derechos
d¿ l.i smgre , aspirando á salvar
una víctima tan preciosa pira nosotros
. Y púas ningún poier tiene la
fuerza eu esta ceremonia , defiende
su libertad, ya que no tengas esfuerzo
para extinguir una costumbre , que
nos hace á los ojos de la humanidad
mas fieras que las fieras: oída vues-
tris hijas jy esposas , como claman
quj rompáis su amarga servidumbre:
vedlas apartar ettreuieciJas los ojos
de la funesta llama , que habrá de
consumirlas un dia.
Gran Brac. Calla , seductor. Ola , ¿ no
obedecéis mi voz ? Llevadlos. Y tú
sencillo pueblo , teme qu* el cielo
truene sobre tu cabeza , si oyes su
profana voz con destrucción de su
culto.
Jdvcn Brac. Hermana. Ccn tono imperioso
.
Dar. Hija, venga la humanidad , y
huella con firmeza ¡a opresora tiranía.
(rr.in Brac. ¡Que estruendo, dioses!
Oyendo un fuerte rumor en el Templo
y consternado.
ESCENA VII.
Montalvan dentro del Templo , y los
dichos.
Man. Derribad las aras , pisad los inmundos
ídolos.
Joven Brac. ¡ Qus voz consoladora!
Mon. Todo perezca , soldados.
Saliendo por el Templo , seguido dé
los Franceses y todos con aceros desnudos.
Pueblo Indiano. Piedad.
Invocando Q)*Qílill<*dos la piedad di
Mon-
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1790c/0031