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Tur. Ya aprisa
va diciendo que la pesa
de haber callado estos dias. ap.
La ama tanto , que un instante
siquiera su nombre olvida:
con ella se desayuna ,
y con ella se santigua,
con ella come, y con ella
duerme , ( allá en su fantasía.)
Luc. Rabiando estoy.
Tur. Llega á tanto
su locura , que suspira ,
llora, y las horas enteras
esta ensartando caricias,
y requiebros á su dama.
Luc. Pues dónde está?
Tur. Se imagina
que la tiene alM á su lado,
y consuela sus fatigas.
Luc. No puedo ir.as.
Tur. Hoy estaba
contándome las desdichas
de su naufragio, y me dixo:
apenas vi que ras iras
del mar, sumergiendo estaban
la embarcación , yo por dicha
abrazándome á una Stela:::-
Luc. Ca'la ya.
Tur. Bolo la mina ,
está convicta , confesa,
se ahorra la rebeldía.
Luc Apenas yo misma puedo
contener U rabia mia. ap.
Vele de aquí.
Tur. Qual está. ap.
Voyme , pues que ya ella misma
• -me pagó la pesadumbre
á mas de lo que valia. vas.
Luc. Ahora, discurso mió >
que recientes las heridas
están de mis locos zelos,
es tiempo que se decidan
mis dudas. Yo soy Lucwidra,
heredera esclarecida
del Ducado de Calabria:
soy aquella dama altiva
que jamás -quiso abatirse
á amt.r : soy la que tenia
f I
por frágiles y libhnas
á quantas mire rendidas
al amor , asegurando
que en tiempo alguno herirían
sus flechas mi corazón
orgulloso: ya ésta misma
adora:::- labio qué dices ?
mas qué importa que lo digas,
si lo dice mi dolor ,
y mis zelos lo publican?
Adora, sí , y no es lo mas
que su condición humilla
el amar, (pues es ya tiembre,
si en otro tiempo ignominia.)
No el rendirme , (que hiy ya pocas
"bellezas, que no se rindan
por ceguedad ó Capriobo
á dádivas ó caricias.)
No el tener zelos , (pues otras
tan vanas como yo misma
los sufren,) solo (aydcniíí)
siente la soberbia mia
rendirse , amar, tener zelos,
de quién? O Dios! me horroriza
solo el pensarlo. De un hombre
que el mar arrojo á su orilla
piadoso , y que yo en mi casa
quise acoger compasiva.
De un hombre (tiemblo al decirlo)
que dexa, aunque no la olvida*
en Nápolcs á una dama ,
y hoy vengo á hallarle en mi Quinta,
si la Ierra no me engaña,
-llamado de Laudomira
al jardín , siendo preciso
que le haya hecho ya mi prima
algunas otras finezas
que él agradece y estima.
A esie amo yo, despreciando
de mi primo las caricias,
de Rugero los conciertos ,
y de mi padre las dignas
reflexiones , sin que b-st.n
los desengaños que mira
la razón , á desterrar
aun de mi memoria mista!»
tan Joca pasión í mas estrío**
él ácia aquí je encamina ,
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