http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1813/0019
í2 Las Vkthnas
bebiera su sangre luego.
Ana. Tiemblo de oirle. ap.
Cecil. Que tal, ap.
se enfurecerá en sabiendo
lo que pasa?
Bar. Ana infeliz!
con que' temores te reo? ap.
muy mal hicierais , Milord,
que nada perdiera es cierto
vuestra hija ni otra alguna
de mas claro nacimiento
por unirse ú un hombre pobre.
" y humilde , como sus hechos
fueran honrados : mas ánles
la casara yo, os confieso,
con un pobre virtuoso
que con un rico soberbio.
Miiürd. Basta., Barón : vos lo haríais,
Levántame todos.
pero yo no pienso hacerío.
Guárdese mi hija , si,
de admitir un pensamiento
tan infame, pues aun antes
que á tener llegara efecto,
olvidando Ja ternura
de padre, fuera yo mesrno
de su vergonzosa vida
el verdugo mas sangriento.
Stind.Yn se acabo la esperanza ap.
que tuve de enternecerlo.
Ana. Muerta estoy. ap¿
Cecil. Zape ; mi prima
va á probar el pan de perro. ap.
Milord. Venid , Barón.
Cecil. Tío , ved al \ido.
' que los dos ahora tenemos
(pie hablar.
Milord. Está bien : pues ve-,
y espérame en mi aposento.
Vase Cecilia.
Bar. Piedad , pues de mi nobleza
eres hija::-
Milord. Honor pues veo
el riesgo en que estás::-
Ana y Sind. Amor
pues que tu peligro reo:r-
Todos. Para el dolor que me aqueja,
inspírame tu el remedio. vaase. 1
del Amor*.
•■€> ■<& <§> ■ <3> • @ <§>■■£> •<& -e 4fr
ACTO SEGUNDO.
El mismo aposento de Ana , y sala
Sindhám con capa y espada.
Sind.Antes de llevar aquesta
earta á Bumanlc solicito
ver á Bella : no está : oh DicsJ
Yo no oso- entrar: es preciso
que el dolor que halle en mis ojos
acreciente su raaítirio.
Ay, Ana hermosa , qué tarde
conozco que fue delito
el amarte yo! Creí
que todo mi regocijo
y ventura consistía
en que oyeses mis suspiro*
álable , y correspondieras
á Sindhám con un carino
puro y honesto. Al: qué poco
conocía yo el peligro
de este deseo I No l.ierí
aun mas de lo apetecido
gozé,. quántas amargura.*,.
quántas ansias y conflictos
KM cercaron ! £u diez aiíos
no vi dia sin martirio}
noche sin desasosiego,
hora sin grande peligro,
ni .instante sin sobresalto,
y per íln hoy se han unido
todos á afligirme. Aquí
me pinta el discurro vivo
á mi esposa maldiciendo
el instante en que conmigo
se unió'. Allí mi fantasía
me bosqueja los conflictos
que pasa por mí , la afrenta
y el rubor con quo es preciso
que viva al'verse casada
con Sirulhám. Oh Dios! El mismo
remordimiento destroza
mi alma : ya el propio sitio
horrible en que yo solía
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1813/0019