http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1816a/0032
Cotnedia éñ tres actos*
obligación tan sagrada. Qué? querrás Darm. No.
verme padecer en una afrentosa cárcel?
Faust. No , padre mío : estoy pronta
á cuanto quisiereis.
Darm. Toma un abrazo, y mi bendición
,. que lo mereces. Vamos , va-
Smir. Yo sí.
Darm. De vera'?
Smir. Soy yo negociante ? Vaya , sentaos
, que él vendrá acá dentro de
poco.
mosá dar este placer á mi bienhechor, Faust. Ay Dios! ( Angustiada. )
ya que no podamos restituirle su !i- Darm. Pues qué escá libre? (Con alb«^>
bertad.
Faust. Cuando iba consintiendo en librarme
de Vangrey.... Cuál es tu estrella
, Faustina ! Renunciemos ya
toda esperanza lisongera.
Darm. Lo siente: ya se ve: yo haría
lo mismo. Sin haberle visto siquiera
.... Vele ahí que sea un mamarracho
, y tenga que tragarle. Cosas dispone
el diablo á veces....
Faust. Vamos , padre?
Darm. Sí , Enriqueta.
ESC H NA VI.
Enriqueta , y los dichos, y después
Smirn.
Enriq. Señor.
Darm. Cierra , que nos vamos. Y si
viniese Smirn....
Enriq. Ahí le tiene Vm.
Smir. Vais á salir? Buen viage. ( Sentándose
.") Yo estoy molido, y os
aguardaré sentado. Fuera ceremonias.
Enriqueta me ayudará á rezar unos
sufragios por el alma de mi tío , que
al cabo vino á salir con la suya , y
murió....
Darm. Cómo?.... [Sorprendido.)
Smir. Como se mueren todos. Dios le
perdone el mal rato que me ha dado
con morirse. Pero dejemos esto , porque
me pondré de mal humor , si
pienso en su postrer necedad. Se puede
saber á dónde vais ?
Darm. A dar una buena noche á mi libertador
. A casarle con Faustina.
Smir. De veras ?
Darm. Y si me pidiera que me echara
por un balcón , también lo hiciera.
Pues qué es nada lo que él ha hecho?
Smir. Creo que vais muy pronto á
acompañar á mi tio , porque empezáis
á hacer cosas buenas. Y sabéis
quién es el encarcelado?
rozo.)
Smir. Si no, como vendría?
Enriq. Cuánto me alegro!
Darm. Cómo ha sido cite milagro?
Smir. ILibrá quedado otro por él: qué
duda tiene ? No estéis triste, con mil
diablos , que vais á cargar con un
hombre de bien , y mejor mozo que
yo. Vaya el espantajo de Vangrey
á las costas de Malabar á echar latines
j que allí le entenderán ios Brac-
manes.
Darm. O, qué fortuna, hija m"\a! Buea
personal, buen modo de pensar, y....
(A Jénutal que entra por la dere-«
cha.) Qué traes tú á estas horas?
ESCENA VII.
Jenxual , y los di( has.
Faust. A qué mal tiempo llega! (Ett~
tre afligida y avergonzada.)
Smir. Dice muy bien. A qué vuelve
aquí el perdulario? Echadle ;í trancazos
, Darmont, ya que fue tan
burro, que se quedó por vos en la
cárcel.
Darm. Jenwa!! ( A imirado.)
Faust. Alma, qué oyes? ( Regocijada.)
Smir. Quién , sino él, hiciera una cosa
tan recomendable? Ospaceceque vo
tengo por amigos logreros ni estafadores
?
Jenv. Sí, amable bienhechor: al despedirme
, ofrecí acreditaros mi gratitud
en cuanto mi situación lo permitiera:
y poco sati fecho con nmirtciar á
^Vuestro favor los salarios que me debíais
, y ofreceros rtquella corta cantidad
, que os entregaría Enriqueta,
imploré el favor de vuestros amigos
y los mió. j pero todos se hallaban
sin dinero.
Smir. O sin san^5 ¿e prestarlo , que es
lo niisrrj'0r ° ¡ * ,\
http://dl.ub.uni-freiburg.de/diglit/zavala1816a/0032